Sentimiento de comarca

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El Campo de Gibraltar es ese sitio donde el viento manda en los planes de ocio. Es así. Aquí todos sabemos con solo sacar la cabeza por la ventana si va a hacer un día fantástico en Tarifa, o no. Y también parece que nacemos sabiendo traducir las tablas imposibles del Windguru, para ir prediciendo durante la semana si el Levante nos dejará echar el sábado en Los Lances, o si nos vamos a Torreguadiaro.

Pero, además del típico tópico del viento, hay muchas cosas que nos unen en los siete municipios de la comarca del Campo de Gibraltar. Y una es muy simple: nos une hasta la palabra comarca. Piénsalo. Los campogibraltareños usamos “comarca” con mucha frecuencia. No sé afirmarlo con rotundidad, pero quizá más que en otros sitios.

Lo pensé una vez con mis amigos cuando vi que otros de fuera bromeaban sobre nuestra afición por nombrar «la comarca». Y ellos, que siquiera sabían decir a qué comarca pertenece su pueblo, bromeaban sobre «la comarca» como la Tierra Media de Tolkien en El señor de los anillos. Quizá tampoco les faltaba razón, porque con Levante esto puede parecer Mordor.

Ay, otra vez ha salido el viento… qué tema más recurrente. La cuestión es que las conexiones a todos los niveles entre los siete municipios del Campo de Gibraltar genera en sus habitantes un concepto que mis amigos y yo hemos acuñado entre bromas como “sentimiento de comarca”. Que no tiene que ver con la “novena provincia”, ojo, quizá un concepto más político y separatista del resto de la provincia.

Yo creo que el sentimiento de comarca es el reflejo de una realidad. Porque en la comarca somos muy de decir que en nuestros respectivos pueblos «no hay nada». A ver, no hay nada… ¿respecto a qué? ¿A Madrid? Anda, pues claro… Pero, si lo piensas, cualquiera aquí va al cine en Los Barrios, a comprar ropa a Algeciras, a tapear a La Línea, a San Roque a estudiar idiomas, a Jimena a hacer senderismo, a Castellar de ruta en bici o a enseñar el castillo a las visitas, o a Tarifa a la playa. Y entre todos, tenemos bastante: somos cercanos y complementarios. Sé que simplifico mucho. Seguro que hay más cosas que haces fuera de tu pueblo y están a apenas 10 o 15 minutos de coche, dentro de un área que de tan cercana consideras propia.

Entiéndeme, al poner este concepto negro sobre blanco no estoy reclamando un movimiento independentista comarcal ni nada parecido. ¡Que el sentimiento de comarca no excluye a un sentimiento de provincia, de comunidad autónoma, de país, europeo o mundial! Pero sí que quizá si ese sentimiento de comarca lo ensalzáramos más y lo aplicáramos a distintas esferas de nuestra realidad, mejor nos iría.

Piénsalo.

Araceli Muñoz

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